Cuenta la historia que un huevo de cisne cayó por error en un nido de patos. Cuando nació era tan diferente del resto de los hermanos que fue repudiado por ellos y por su madre. Era el hazmerreír del resto de animales de la granja por su graznido y su evidente diferencia corporal. El patito fue abandonado, hasta que un buen día se puso a llorar desconsoladamente en el estanque.
Una mamá cisne con sus crías pasaba por allí, “por esas casualidades de la vida” y lo oyó llorar, se acercó a él, se llenó de ternura y lo acogió junto a sus crías. El patito feo al ver su nueva mamá, se dio cuenta que la diferencia que le había marcado al nacer tendría su recompensa cuando creciera.
La fe en Cristo nos muestra que muchas veces intentamos comprender nuestra vida según los parámetros de la sociedad que nos rodea. Pero en realidad fuimos creados por Dios que tiene un diseño de amor para cada uno de nosotros y no lo conocemos.
La mamá cisne nos representa la Iglesia que nos acoge como madre y nos invita a descubrir cuál es el plan de Dios sobre nosotros, o sea cuál es la misión a la que estamos llamados y que nos hará felices.
Este video nos presenta la versión que publicó Disney en 1939, último de los 75 cortos que forman las Silly Symphonies de Disney, ganador del Oscar al Mejor cortometraje de animación de ese año.
El mismo video fue combinado con una linda canción del cantautor evangélico Oscar Medina sobre el texto del Himno a la caridad de 1 Corintos 13:
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