En la literatura, el relato inspiró la poesía de Rubén Darío titulada Los motivos del lobo. Este poema pertenece a la etapa de madurez literaria de Rubén Darío y fue publicado en Mundial Magazine en 1913, tres años antes de la muerte del autor. Por su carácter dramático y su estructura en siete partes, este poema es considerado una de las composiciones que demandan del intérprete un elevado nivel técnico y capacidad histriónica.
En la poesía, Rubén Darío se refiere al animal como el lobo de Gubbia. Se desconoce la razón precisa de la diferencia en el nombre de la localidad. Asimismo, la narración poética se aparta del contenido original de las Florecillas de San Francisco puesto que, en la poesía, el lobo retorna más tarde a su estado salvaje inicial como respuesta a las actitudes de los hombres.
La única variante notable entre el capítulo de las Florecillas y la versión dariana, reside en el desenlace. Según aquéllas, el hermano lobo murió de viejo, de lo cual se dolían mucho los ciudadanos, porque viéndolo andar tan manso por la ciudad se acordaban más de la virtud y santidad de San Francisco. En cambio, el genio de Rubén [Darío] se rebela contra lo objetivo de la piadosa y poética narración, para imprimir carácter absolutamente lírico a los acordes finales de su poema, haciendo que el lobo regrese a la montaña a causa de la maldad de los hombres.